El pasado fin de semana visité la hermosa ciudad del Cusco una vez más pero en calidad de turista y no por trabajo como anteriores oportunidades. De hecho es una mirada distinta debido al tiempo libre y sin apremio.
Era el último fin de semana previo a la reapertura de Machu Picchu y a la futura y esperada llegada de miles y miles de turistas nacionales y extranjeros que refloten la economía local.
Es en esta coyuntura que me permito decir que Cusco no solo es la ciudadela inca, es mucho más. Sugiero caminar hacia la hermosa plazuela de San Blas con sus restaurantes, tiendas y casas alrededor donde se respira tranquilidad y paz en total armonía. El camino es cuesta arriba y demanda cierto esfuerzo físico pero sin prisa y realizando algunas paradas para admirar la artesanía, podrán llegar a la cima desde donde podrá disfrutar una espectacular vista panorámica de la ciudad. Si ya visitó la plaza en anteriores viajes, vaya nuevamente y le aseguro se sorprenderá gratamente.
Era el último fin de semana previo a la reapertura de Machu Picchu y a la futura y esperada llegada de miles y miles de turistas nacionales y extranjeros que refloten la economía local.
Es en esta coyuntura que me permito decir que Cusco no solo es la ciudadela inca, es mucho más. Sugiero caminar hacia la hermosa plazuela de San Blas con sus restaurantes, tiendas y casas alrededor donde se respira tranquilidad y paz en total armonía. El camino es cuesta arriba y demanda cierto esfuerzo físico pero sin prisa y realizando algunas paradas para admirar la artesanía, podrán llegar a la cima desde donde podrá disfrutar una espectacular vista panorámica de la ciudad. Si ya visitó la plaza en anteriores viajes, vaya nuevamente y le aseguro se sorprenderá gratamente.
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